El índice CONEAT se desarrolló en los años 60, para evaluar la productividad de los campos del Uruguay. El criterio adoptado para medirla fue la producción de lana y carne bovina y ovina. Esta capacidad se expresa por un índice relativo a la capacidad productiva media del país en condiciones naturales, a la que corresponde el índice 100.

Sin embargo, dicho índice tiene las siguientes limitaciones: El índice se construyó mediante análisis de fotointerpretación utilizando una escala de 1:40.000, siendo una buena referencia, pero no es un estudio de suelos profundo. A su vez, la forma de evaluar la productividad no contempla todos los posibles rubros de producción agropecuaria, por lo tanto, existen rubros en los cuales por más que se desarrollen en suelos de bajo índice CONEAT, pueden ser muy productivos, como es el caso de la  forestación y el arroz.